viernes, 31 de octubre de 2008

De salud, bien, gracias

Aleiuuuuu!!! Quiero compartir con todos vosotros lo que, sin duda, es una buena noticia para mí: tras someterme a una resonancia magnética en la que no hice sino recordar un capítulo del Dr. House en el que un convicto al que realizaban la misma prueba casi la palma por culpa de los muchos tatuajes que decoraban su piel (según parece, los materiales pesados contenidos en las tintas de tatuar son susceptibles al magnetismo del aparato, con lo cual, os podéis imaginar el resultado: la máquina tira que te tira de algo que está bajo la piel... el pobre hombre acabó como un Ecce Homo, claro que ignoro si esto tiene alguna base científica o es otra trola de las muchas que se inventan los guionistas de estas superseries). Por suerte, yo no tengo tatuajes (no porque no me gusten sino porque tampoco tengo un duro).
¿Por donde iba? Ah, sí, la resonancia... bueno, pues el caso es que NO, NO, NO tengo hernia discal (yufiiiii!). La fisioterapeuta que se va a encargar de la rehabilitación dice, además, que tengo un encaje perfecto de las vertebras (toma, guapa, ya sabía yo... si los tengo a todos muertos por mis huesitos) y piensa que podría solucionarse con corrientes, estiramientos y algo de yoga (o pilates, osea, más estiramientos, a ver si crezco).
Y sin más que decir ni comentar, os mando un beso a todos y hago mutis por el foro (me voy con mi mantita eléctrica).

Lo prometido es deuda

En una entrada anterior prometí dedicar a Cuenca unas líneas y alguna foto y como lo que se promete, se acaba debiendo, aquí me tenéis, dispuesta a saldar deudas.

Lo primero que tengo que decir de Cuenca es que sus casas colgadas me decepcionaron profundamente. Claro, yo esperaba una espeluznante profusión de viviendas asomándose al abismo, unas doscientas, más o menos. Cuando enfilo el puente para entrar en la parte antigua y veo dos míseras casas, una de ellas convertida en museo de arte moderno, pensé: "claro, "las" casas colgadas, sí, son "casas", no "casa", pero podían decir "las dos casas colgadas de Cuenca" y así ninguno nos llevaríamos a eengaño, ¿no?". Y, para colmo, llovía.
Por lo demás, la parte antigua de la ciudad, muy recoleta, tiene su encanto. Estuve allí una Semana Santa hace ya algunos años y la mala suerte quiso que no coincidiera mi presencia en la ciudad con lo más granao de esos días de cuaresma: la procesión de los borrachos, una celebración en la que los conquenses, muchos de ellos, con una buena curda encima, acompañan a la figura de Cristo al ritmo de tambores y otros instrumentos. Desde entonces, estoy prometiendo volver a Cuenca, sólo para entajarme yo también y acompañar a los locales en tan espléndida celebración (me pregunto qué pensará la Conferencia Episcopal de todo esto). Para más información sobre el tema, visitad



De Cuenca me traje precisamente una botellita de resolí, que es un licor digestivo que todos habéis visto alguna vez porque su recipiente es precisamente una botella en forma de casa colgada. Es dulzón y con saborcillo a café, muy rico.
Y ya sólo me resta añadir que esta fue la ciudad que vió nacer al insigne y prolífico cantautor y productor musical José Luis Perales del que yo siempre me he preguntado "¿y cómo es el?"
Y colorin, colorado, este cuento se ha acabado [mierda! estoy perdida, se ha cambiado solo el lenguaje del ordenador y esto es un pc! no se cambiarlo! en un mac, si, pero aqui no, cielos, adios a mi vida bloggera, me voy a llorar un rato y a investigar este misterio otro].
Besotes.

jueves, 30 de octubre de 2008

Cambio sustancial

Ay! Voy a por mi entradita de hoy (entradita estoy yo... en años!). Amigos, propios y extraños, voy a haceros partícipes de un cambio sustancial que se ha operado en mi vida: tras diez años en la misma empresa (roñica) y tras haber recibido una oferta (roñosa) de una empresa pública (que prefiero no mencionar) he llegado a un acuerdo con mi jefe y me he dado el piro.
Estoy contenta, asustada, a ratos emocionada y otros ratos muy preocupada pero no dejo de pensar en una frase que he escuchado muchas veces (será algún antiguo proverbio): "tras recorrer siempre el mismo camino, un día decidí internarme en el bosque y eso hizo que todo fuera diferente". Puede que ni mejor ni peor, simplemente diferente. Y yo necesitaba un cambio.
Si alguna vez tenéis que tomar una decisión de este tipo (me han ofrecido un contrato raquítico y el banco no perdona su cuota mensual de la hipoteca) os invadirán a partes iguales sentimientos de angustia, optimismo, coraje, cansancio, ánimo y desazón, especialmente durante las horas previas a sentaros frente a vuestro jefe. Os aseguro que estuve cerca de hora y media hiperventilando. Alguien (gracias, Jose Manuel) me dijo que cogiera un papel y un boli y escribiera los pros y los contras de cada situación. No me hizo falta. Hice la lista mental y lo ví claro. Después de hablar con mi jefe sólo me arrepentí de no haberlo hecho antes. Hoy he hablado con un amigo y hemos llegado a la conclusión de que, en ocasiones, lo más importante para el propio bienestar no es acertar o no con una decisión sino simplemente tomarla porque ese es el momento en que la ansiedad cesa y comienza el descanso. Y ese es el momento en que dejas de vivir sobre especulaciones y posibilidades y te enfrentas nuevamente a la vida real, a lo que de verdad "es" y no a lo que "podría ser". Es terrible vivir en el "y si...". Asi que, tras haber firmado el despido esta misma tarde, creo que voy a dormir a pierna suelta. Bueno, bloggeros, que os he metido una chapa de cullons. Pero es que una también tiene su aquel y su corazoncito... y eso.
Besos, corazones (uy! como la Igartiburu)

miércoles, 29 de octubre de 2008

Aseos y privacidad en China

Mirad lo que he encontrado en un blog que recomiendo a todo el mundo:

http://www.josanjarque.blogspot.com/

Yo os lo he contado en muchas ocasiones (creo) que en los aseos públicos chinos no hay... puertas y, en consecuencia, privacidad. Bueno, pues aquí tenéis la prueba fehaciente. Y eso que este está de cojones, que los había infinitamente peores (una zanja cubierta con un tablón y cuatro agujeros, uno para cada culo, y una peste a amoníaco de no te menees). Lo que no entiendo es por qué separan el meadero de los cagaderos, ¿qué pasa que es peor que te vean la pilila que plantar un pino delante del chino que tienes acuclillado al lado? Ay! qué pueblo el chino, grande, grande, muy grande... y milenario. Pero raro, raro, raro.

Muas.

Ahora, las bragas (o Parque Nacional de ARCHES)

Queridos y animosos lectores,
habiéndole colocado los calcet
ines a mi blog con Monument Valley, me dispongo a taparle el culo (obsérvese que digo culo y no otra cosa) con una buena braga: el parque nacional de Arches. Obviamente, forma parte del mismo viaje, del mismo año... y también está en ese estado americano cuyo nombre tiene una rima fácil y de dudosa reputación. Muy bien, avispadillos! UTAH (capital, Salt Lake City, creo recordar).

Bueno, pues, por grande que parezca, os aseguro que este parque nacional es bastante canijo (claro que los americanos, ya sabéis, todo a lo grande, Gran Cañón del Colorado, Río Grande, sequoyas gigantes y el café diarréico, también, en vaso de plástico gigante, para asegurarse de que tu tracto intestinal sigue siendo impecable... si es que están en todo). Pequeño, sí, pero espectacular. En Arches (literalmente, "Arcos") hay unos 2.000 arcos de piedra como los que véis en estas fotos, desde uno que mide 3 pies hasta el más grande que es el que aquí os adjunto, que mide más de 300 de altura y que se llama "Landscape Arch" (usease, el arco panorámico).

ALGO DE GEOLOGÍA

Aquí os voy a hacer una introducción geológica que estimo muy interesante porque supongo que todos queréis saber cómo un paisaje acaba teniendo este singular aspecto. Bien, este lugar se encontraba hace 300 millones de años sumergido bajo las aguas del mar. Cuando ese agua se evaporó, quedó sobre la tierra una densa capa de sal. Y esa capa acabó cubierta por otra mucho más pesada formada por residuos de inundaciones que, cíclicamente, anegaban el paisaje. Como la capa superior, que a fuerza de estar ahí años y años (como palicatar un cuarto de baño) acabó siendo más compacta y firme que la de sal, ésta última empezó a ceder. Ay, que no puedo, joder, que me rilo, como pesa el peñasco... La erosión aportó su granito de arena y, voilá! Resultado: una maravilla. Pero una maravilla que, a fuerza de erosiones, lluvias, nevadas, acabará también, lógicamente, por desaparecer. De hecho, el arco anterior está vivo de chiripa, y es que ha sufrido ya varios desprendimientos.
Y ahora os preguntaréis qué es el mierdo este de la fotografía de la izquierda. Pues os lo voy a contar porque quiero compartir con vosotros estas cosas tan interesantes y porque me encanta dar la chapa y hacerme la "marisabidilla". Esto es, así, en inglés os lo digo: "cryptobiotic crust", osea la cosa criptobiótica que recubre el suelo... y tal. Os parecerá un cagao pero a lo largo del parque abundan los carteles de "please, do not step, cryptobiotic crust" (que así me enteré yo del nombre). Bueno, pues ahí donde lo véis es fundamental para mantener el equilibrio del suelo (y los niveles de nitrógeno), para el crecimiento de pequeñas plantas y, en consecuencia, la alimentación de pequeños mamíferos. Y por eso, porfa, no la pises, que lleva chanclas.
Además de arcos, en Arches también hay "rocas que se balancean" como la de la foto (por eso paso yo mirando al suelo, no sea que se caiga y se me meta en un ojo, que jode...) y monolitos, todo ello en unos tonos ocre que, iluminados por el sol, adquieren matices dorados que consiguen que este lugar brille como la joya que es.
Y también está este curioso "Park Avenue" de la foto inferior, que, realmente, es como una gran avenida con enormes rascacielos a los lados, pero sin humos, ruidos, ni puestos de tíos gordos vendiendo perritos calientes.
Lo realmente espléndido en Arches son, como en muchos escenarios naturales, claro, los amaneceres y los atardeceres. Los americanos son muy organizados en este sentido (bueno, baste ver el control que ejercen sobre sus parques nacionales -visita previo pago con pases de día o semanales- y la forma en que los conservan) y ofrecen en los centros de visitantes de todos los parques (al menos los que yo he visto) un "timetable" de amaneceres y atardeceres y son de una puntualidad sajona, de verdad. Asi que uno puede irse por ahí de paseo o a hacer el gamba que, con sólo mirar el papelito, ya sabe a qué hora tiene que estar dónde para ver qué. Las imágenes que siguen están tomadas un amanecer y en dos de ellas podéis ver parte y la totalidad de la gran joya del parque: "delicate arch" (el arco delicado). Peaso de arcorrr!!!














Para que podáis observar un poco más de cerca los pedruscos, os adjunto una foto de una maravillosa pared que tuve que sujetar un ratito porque aquello estaba hecho unos zorros y si no es por mi...

Este otro arco creo que recibía el nombre de "Double O Arch" (usease, el arco de las dos "o"s, una pequeñita en la parte inferior de la imagen, que es por donde van a entrar los dos caminantes y la grandota de la derecha, que es como el ventanal de un templo).
Y, para finalizar, Devil's Garden, un paraje de ensueño que muestra el bello trabajo que la erosión ha ido realizando en este lugar durante siglos (izda., abajo) y uno de los arcos más curiosos del parque, Turret Arch (o el arco de la turuta).


Y hasta aquí el show de hoy. Espero que lo disfrutéis (yo lo hice, y mucho) y nos volvemos a ver en breve.

P.D.: A los que busquen información sobre parques nacionales en EEUU, tranquilos porque volveré a la carga (aunque puede que la próxima entrada se la dedique a algún otro destino... Cuenca, por ejemplo). Y, en cualquier caso, entrad en http://www.nps.gov/ y cotillead a fondo.
Muas.

lunes, 27 de octubre de 2008

MONUMENT VALLEY (o los calcetines de mi blog)

Bueno, pues dicho y hecho.
Que voy a vestir un poco mi blog, aunque sea con unos calcetinitos.
Los que me conocéis sabéis de mi pasión por conocer mundo, por moverme, por ver nuevos lugares, conocer otras culturas, otras gentes, otras formas de vida. Ah, que no sabíais nada de eso... bueno pues os aseguro que así es. La economía me tiene ahora en el dique seco pero de la que me recupere... de la que me recupere, mi amigo Vicente y yo nos vamos a Myanmar como está mandado. Vicente, calculo que para el 2020 más menos será posible. Tú estarás jubilado (aprox.) y yo andaré más desahogada (¡espero!).
Bueno, el caso es que he escaneado unas cuantas fotos de un bonito viaje que hice a los parques nacionales del oeste de Estados Unidos y me propongo ir insertándolas aquí. Estas fotos son de 2003. En 2001 había pasado allí 15 días y, enamorada como me quedé de los paisajes de Utah, Nevada, California, volví allí tiempo después para ver lo que no me había dado tiempo a visitar en la primera ocasión. Y no me decepcionó. Esta vez visité, entre otros, Monument Valley, que no es un parque nacional, sino un parque... parque... no recuerdo bien la figura. La cuestión es que las visitas están reguladas (y, en consecuencia, el lugar explotado) por y para indios navajos.
Este desierto de rocas y tierra pelada es Monument Valley (no confundir con Death Valley, no demasiado alejado de aquí pero aún más agreste y caluroso).
Os sonará porque John Ford se enamoró de este lugar (mira, como yo) y junto a su gran amigo John Wayne (ya sabéis, ese vaquero tan alto y apuesto que caminaba como de perfil) rodó aquí un montón de escenas (westerns, claro) que se han acabado por convertir en un clásico del cine mundial. De hecho, uno de los miradores naturales existentes en el lugar lleva el nombre del célebre cineasta (John Ford's viewpoint).
Ah! Ahora he recordado la figura: es un parque tribal navajo (al menos lo era en el 2003).
Para ver esta maravilla hay que viajar al estado de Utah (que tiene muy mala rima, sí), cuna de la iglesia mormona (fuera coña, en la mesilla de noche de los moteles a los que fui a parar siempre había dos ejemplares de la biblia: el convencional y el mormón).
Para visitar el parque es necesario pagar la entrada (lógico) y contar con un guía (navajo, of course). El mío se llamaba Jimmy y era un cachondo mental. Un saludo, Jimmy!


Jimmy y su familia son navajos (en la reserva navaja hay unos 300.000). Se supone que esta y otras tribus americanas descienden de los Anasazi que ocuparon estas zonas allá por el año 1300 a.d.c. A los anasazi les molaba dejar huella de su paso en forma de petroglifos. En Monument Valley se conservan unos cuantos. Para muestra, este botón:
El botón en cuestión se encuentra en una pared que, junto a otras, se eleva hacia el cielo y aparece horadada en su parte superior. El resultado es una especie de capilla sixtina (sin dioses que unen sus dedos, pero con hermosos motivos de animales) cuya cúpula parece haber salido volando. Este horadamiento recibe el nombre de "Sun's eye" y es un lugar con cierto sentido místico para el pueblo navajo.
Claro que este no es el único lugar de Monument Valley con carga espiritual para los navajos.
Ahí está también ese promontorio esbelto y afilado que es "Totem Pole", a cuya base el visitante no puede siquiera acercarse (vamos, que hay que conformarse con disparar la cámara en la distancia). Por eso me pregunto yo cuánto desembolsarían las productoras de Hollywood a los navajos para que éstos permitieran que dos estrellas de la talla de Clint Eastwood y George Kennedy se auparan a la cima misma del Totem Pole. Y en helicóptero! Fue para la película "Licencia para matar" (os aseguro que no tiene nada que ver con James Bond) y las escenas nos hacen creer que ambos actores escalaban la roca. En la peli también aparecen otros escenarios del oeste americano, como el parque nacional Zion, dignos de contemplarse.
También se rodaron aquí (con John Ford, of course) "Centauros del Desierto" y "Fort Apache". Y creo que el valle sirvió de escenario también a "Regreso al futuro III" (lo digo por los cinéfilos). Hay que decir que no es ningún secreto que el pueblo navajo se ha beneficiado en numerosas ocasiones (y es lógico, hacen muy bien) de las sumas que las grandes productoras cinematográficas estadounidenses estaban dispuestas a desembolsar por rodar en su territorio. No es de extrañar, es precioso.

Yo creo que la vista es especialmente hermosa desde "Artist's point" que no es más que ese mirador que véis a la izquierda de la imagen que queda a la izquierda de este texto, valga la redundancia izquierdista.
Y si durante la visita, en la que yo recomiendo encarecidamente pañuelo (para la boca), visera, gafas de sol y un litro de agua, se abre el apetito y tienes mejor suerte que yo, que lo encontré "closed", igual puedes disfrutar del fry bread y el hot coffe como un auténtico vaquero.
Y esto es to, esto es to, esto es todo, amigos! Por el momento. Si la entrada os gusta, tengo unas... 200 más (que no os pase nada en la peluca).
Las fotos, quiero decir, son obra de Alberto Lafuente Arostegi, todo un artista al que no puedo dejar de mencionar (me parecería un robo hacerlo). Aunque puede que alguna también corresponda al buen hacer de mis sabios deditos...
Besos.

domingo, 26 de octubre de 2008

Sobre la canción

Hola, pacientes y fieles lectores de este mi blog semidesnudo (conste que me he planteado vestirlo un poquito con comentarios, montajitos y fotos de viajes -aunque esto último me crea un doble problema: un dilema moral porque no son mías, no las he hecho yo, pero obran en mi poder (ja) y son espectaculares y un dilema práctico porque son fotos convencionales y tendría que escanearlas (argh!).
Bueno, para aquellos que se han visto sorprendidos por la musiquita del montaje de mis dos sobrinos con más pelo (Zuri y Baku), que sepáis que es una canción de Yossou N´Dour, titulada "Oh, boy" que estre músico senegalés publicó hace ya la friolera de 14 años en su LP "The guide (wommat)". A algunos os recordará a Ismael Lo y es lógico porque son compatriotas (Lo tal vez tenga mejor voz, no se, si queréis abrimos un debate). Ambos tienen una marchota tremenda.

Sin más que comentar pero con la promesa firme de ir vistiendo al santo, me despido con un beso para quienes me conocen y un saludo para quienes no (que soy así yo, oyes).

miércoles, 22 de octubre de 2008

Esta es otra prueba

a Ver qué pasa ahora

En fin, está visto que la tecnología no es lo mío

Bien, ante la imposibilité de colgare el mio mensaggio con el montaje antes mencionado en el blog de sigue al burro, me propongo colgarlo aquí porque he pensado que, además, puede ser una digna presentación de este mi blog personal (pero amistoso y transferible, conste).

Los protagonistas de la narración son los dos chicos más sexys, rápidos, listos, con mejor forma física y mayor resistencia en nuestras salidas mendizales de siguealburriquito (que es como lo llama mi cuñao, Doroteo, que algún día os presentaré porque es una de esas personas que todo el mundo debería conocer -pasión de cuñada-). Además, también son cariñosos, divertidos, valientes... lo tienen todo. Y no hablo de Jesus, Josean, Santi, Rivero, Trapu, Goikiri, Fer... ni siquiera de nuestro estimado dr. Sloan. No.

Ellos son como el dos y el tres, como la sopa y el caldero, como el parto y el dolor, como marucho y perucho o el choronchón y la ñoña. Son como Butch Cassidy y Sundance Kid, pero a cuatro patas. Con uds. nuestros grandes amigos: Zuri y Baku.