LEYES Y MODELOS

Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, menciona en su disposición adicional decimotercera, apartado 5, lo siguiente (tomo este párrafo como podía tomar cualquier otro):

“Asimismo, en el caso de que las actas de infracción versen sobre alguna de las materias contempladas en los apartados 2, 6 y 10 del artículo 7 y 2, 11 y 12 del artículo 8 del Texto Refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones del Orden Social, aprobado por Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, y el sujeto responsable las haya impugnado con base en alegaciones y pruebas de las que se deduzca que el conocimiento del fondo de la cuestión está atribuido al orden social de la jurisdicción según el artículo 9.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial”.

¿Qué? ¿Cómo se os ha quedao el cuerpo? No sé si os acordáis de Mariano (¿?) Ozores, cuando salía en “Un, dos, tres” diciendo aquello de los granfidos golondroñicos de la estumefación fríndica. A mí me suena parecido… Pues esto no son más que unas pocas líneas de las 35 páginas (a dos columnas, cuerpo 9 (no sé si llega) de Ley que me tengo que empollar para la bolsa de trabajo para la que me estoy preparando. Y esta no es la única ley del temario, que también está la de violencia de género! (pa violento hacerte empollar esto!). Eso sí, creo que la Ley de Igualdad va a conseguir igualar a mujeres y hombres en este caso: conseguirá que todos hagamos el examen igual de mal!

Entiendo que nos presentamos muchos y hay que hacer criba, pero ¿no podrían hacerlo pidiéndonos conocimientos más prácticos? Pero, ¿no sería mejor que me pidieran que utilizara correctamente los nuevos trunking? ¿o que circule segura por plataforma? ¿o que sea capaz de interpretar el etiquetado de los equipajes? ¿o qué indique qué debo hacer en caso de emergencia y evacuación? ¿o cómo puedo mejorar mis habilidades en la relación con el usuario?

Además, me aburre soberanamente y me enfurece tener que aprender una sarta de estupendas ideas que, al final, no van a ningún sitio porque el legislativo no se pone las pilas a la hora de modificar leyes con la celeridad necesaria, porque, aunque lo haga, en la justicia hay muchas veces resquicios por los que siguen entrando malos olores y porque no veo yo que todas estas cosas nos sirvan para, en la práctica, conciliar vida laboral con personal y familiar (y eso que yo no tengo niños al cargo…).

Y estaba yo pensando en estas cosas y preguntándome “¿POR QUÉ TODO ES TAN ABSURDOOOOOOO?” cuando va y desfila ante mi mirada, procedente de Madrid, al bello Jon Kortajarena. Justo en la cinta de recogida de equipajes número 4 hay un cartel suyo, anunciando la tienda “Desigual”. Le comparo. Infinitamente mejor en la foto, sin duda. Sigo con mis pensamientos de cuerno quemao entorno a leyes y legajos cuando veo que varios pasajeros empiezan a desesperarse porque no llegan sus maletas. Les interrogo acerca de su origen, les hago pasar a la zona internacional, trato de tranquilizar a los que se quedan, me informo en Iberia de si aún queda equipaje. Y así andaba yo, cual pelotita de viento, cuando oigo a mis espaldas “perdona, mi equipaje viene de Milán, ¿es en esta o en otra cinta?” Me giro. Es él, el Kortajarena. “Sí, es en esta, espera un poquito más porque creo que todavía falta equipaje”. “Gracias”, contesta. Y entonces me olvido de la ley de igualdad, de la violencia de género, de lo poca cosa que parece al natural, de lo mucho mejor que está en la foto… porque visto bien de cerca lo cierto es que este chico tiene un par de ojos de esos que hacen enmudecer no sólo por ser verdes, no, es que hay algo más detrás de ellos que no sé definir pero encandila. Asi que, para LAS que no sepáis quién es este chico, os informo que es el modelo vasco más internacional, un auténtico top, y os incorporo unas fotos suyas, para vuestro deleite. ¿O preferís el texto completo de la ley mencionada en el primer párrafo? (Eso sí, chicas, entre nosotras, debe ser una persona muy humilde porque pudiendo, como todo el mundo, elegir entre tener culo y no tenerlo, prefirió prescindir de él).