Fotos curiosas (II)

Bienvenidos a la segunda entrega de fotos curiosas de mimenda's blog.

Hoy os ofrezco un monográfico de monjes budistas y escenas de oración. Vamos allá:

Observad lo que puede ser la hora de la siesta en un centro budista. Estos dos vigilantes acabaron de la guisa que véis, no por efectos del calor ni de la copiosidad de sus comidas, no.

La culpa la tuvieron:

los pies descalzos de... ¿cuántos chinos/as? Botellita de mistela al que cuente los pares.

Y, claro, así las cosas, con semejante tufo y mareo en el cuerpo, uno acaba hincando los rodillas delante de... una svástica!! (vale, vale, listillos, ya sé que no es exactamente eso pero no me negaréis el parecido, supongo que lo mismo que la svástica o el lauburu estará relacionado con el culto al sol...).Apurado, tras conocer lo acontecido a los vigilantes del templo, este monje que se había acercado al mercado a comprar 200 gramos de jamón jabugo para la merienda, tuvo que realizar una llamada urgente para que les abastecieran de barritas de incienso y así acabar con la pestuza que habían dejado los pies de los fieles.

Este otro monje prefiere emular a Pau Gasol en Los Angeles Lakers. Lo que no sé es qué tal encestará con el faldamento.

Y, finalmente, el monje más feliz del mundo. ¿Por qué? ¿por la paz que rezuma la escena? Negativo ¿por la entrega con que realiza su trabajo? Negativo ¿por el diseño Carolina Herrera que lleva puesto? Negativo ¿porque hoy todavía no se ha arreado con el martillo? No, no y no. Es feliz porque frente a sí tiene aparcado su coche y este coche es un Buick, un trasto que no baja de los 25.000 euros. Y con él puede alejarse de los zapatos de los fieles a 200 kilómetros por hora!

Agur, no me busquéis. Me voy de monja al Tibet.